TÈCNICAS RESPIRATORIAS DE RELAJACIÓN, REIKI

TÈCNICAS RESPIRATORIAS DE RELAJACIÓN, REIKI

Podemos estar muchas horas sin comer, beber, pero sin respirar no podríamos vivir . En los momentos de estrés, tus pensamientos se pueden centrar en remordimientos del pasado y preocupaciones sobre el futuro. Por suerte, tienes una herramienta gratuita y de fácil acceso que puedes usar para controlar el estrés: la respiración. Las prácticas de respiración son una excelente manera de conectarse más con la mente, el cuerpo y el espíritu. La respiración profunda y consciente (respiración de yoga) se puede usar como un ancla para permanecer en el presente. La respiración consciente también se puede usar para sentir la energía de las emociones, especialmente aquellas que son incómodas y de las que quizá intentes escapar. En momentos estresantes, la respiración consciente te permite trasladar y liberar la energía negativa en lugar de almacenarla en el cuerpo. Esto es importante porque la energía acumulada, a menudo, se manifiesta como tensión muscular y otras dolencias físicas. Los dos tipos básicos de respiración son los siguientes: Respiración por el pecho, que utiliza músculos secundarios de la parte superior del pecho. La respiración por el pecho está diseñada para que se use en situaciones de gran esfuerzo, como en carreras cortas o largas. Durante situaciones estresantes, puedes recurrir inadvertidamente a la respiración por el pecho. Esto puede provocar la rigidez de los músculos del hombro y del cuello y, a veces, dolores de cabeza. El estrés crónico puede intensificar estos síntomas. Respiración diafragmática, que proviene del músculo de respiración dominante del cuerpo, el diafragma. Este tipo de respiración es más eficaz y eficiente. Puede provocar una sensación de relajación en lugar de tensión. Respiración diafragmática La respiración diafragmática es una excelente forma de reducir el estrés. Para comenzar, intenta hacer el ejercicio que describimos a continuación, solo o con un compañero: Ponte en una posición cómoda. Cierra los ojos y concentra la atención en tu cuerpo y en la respiración. Inhala profundamente por la nariz y deja que el abdomen se llene de aire y se expanda ligeramente. Exhala a la vez que te relajas y despides todo el aire por la nariz. Lleva una mano al abdomen, justo debajo del ombligo, y la otra mano a la parte superior del pecho. Inhala profundamente por la nariz y exhala por la nariz. Siente la frescura del aire cuando ingresa y su calor cuando sale. A medida que inhalas y exhalas por la nariz, enfócate en cambiar tu respiración de lugar para que puedas sentir cómo sube y baja el abdomen, más que el pecho. En otras palabras, debes lograr que la mano que descansa sobre el abdomen se mueva más que la mano que está en el pecho. Inhala profundamente por la nariz y envía el aire hacia la parte posterior de la garganta y en dirección descendente hacia la panza. Permite que el abdomen se desinfle lentamente a medida que exhalas por la nariz. Respira tres veces más, lenta y profundamente, y concéntrate de forma consciente en cómo sube y baja el abdomen. Continúa respirando profundamente en ciclos completos, y confía en que el cuerpo se relajará a medida que la respiración se vuelva más lenta. Los beneficios de la respiración profunda van más allá del alivio momentáneo del estrés. Muchos estudios han descubierto que la respiración profunda y característica del yoga ayuda a equilibrar el sistema nervioso autónomo, lo que regula las funciones corporales involuntarias, como el control de la temperatura y la función de la vejiga. Esto puede ayudar a aliviar los síntomas de trastornos y afecciones mentales en relación con el estrés, como la ansiedad, el estrés general, la depresión y el trastorno por estrés postraumático. (El libro de la respiración: lograr una buena salud y vitalidad mediante la práctica esencial de la respiración) como ayuda para comprender la importancia de tu propia respiración: «La respiración es una de las cosas más simples en el mundo. Inhalamos, exhalamos. Cuando respiramos con una libertad real, ni nos aferramos ni mantenemos la respiración... El proceso de respirar es la metáfora más precisa que tenemos para nuestro abordaje personal a la vida, cómo vivimos la vida y cómo reaccionamos ante los cambios inevitables que la vida nos brinda». El fluir de la energía vital La práctica del reiki se fundamenta en un emisor o canal que, a través de sus manos o de otros métodos (según el nivel), transmite energía vital a un receptor, que puede ser él mismo u otra persona, con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades. Dado que reiki es una energía universal, los tratamientos también pueden dirigirse a otros seres vivos como animales e incluso plantas. El método reiki se basa en la creencia hinduista de que el correcto fluir de la energía vital a través de los distintos chakras es la que asegura un buen estado de salud en el organismo. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de la energía en uno o varios chakras sería el que provoca o agrava el mal estado de salud dando lugar a enfermedades y trastornos. El método consiste en dirigir la energía reiki a los chakras de un enfermo (receptor), desbloqueándolos y potenciando el proceso de recuperación del receptor. El reiki no puede reemplazar al tratamiento médico, aunque puede utilizarse de forma complementaria.